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La visita de Andrea Riccardi a Costa de Marfil empieza con un encuentro con los niños de la calle y los pobres sin hogar amigos de la Comunidad

Los niños de la calle, numerosísimos en Abiyán, son una de las heridas abiertas de una ciudad que ha crecido tan rápido que en pocos años se ha convertido en una de las mayores megalópolis africanas. Y precisamente con ellos empezó Andrea Riccardi su visita a Costa de Marfil.

El encuentro tuvo lugar en la Casa de la Comunidad de Sant’Egidio. Los niños y los jóvenes que viven –o han vivido– la dura experiencia de vivir en la calle explicaron a Andrea Riccardi sus sueños y su deseo de salir de la calle. Entre ellos había algunos a los que desde hace algunos años Sant’Egidio da cobijo en la Maison du Rêve (la Casa del Sueño), una casa del barrio de Yopougon donde viven un pequeño grupo de estos niños. Todos explicaron  con un gran sentido de agradecimiento que sus sueños ya se han hecho realidad, porque han vuelto a los pupitres de la escuela (en el caso de los más pequeños) y han empezado a aprender un oficio para ganarse la vida (en el caso de los mayores).

Para terminar el encuentro, por la noche Andrea Riccardi fue a visitar, junto a la Comunidad de Treichville, a los sint3echo del barrio. Son  sobre todo mujeres con niños, que en la estación de las lluvias sufren de manera especial porque duermen bajo la única protección de unos plásticos. Sant’Egidio, que va a visitarles regularmente, les lleva comida e intenta ofrecerles una respuesta a su situación dando dignidad a familias que se cuentan entre los más vulnerables de Abiyán. Es un mensaje importante para una ciudad donde crece la distancia entre ricos y  pobres: la modernidad y la riqueza aumentan, pero conviven con una gran pobreza.